Los Hermanos de Oriente

El viejo Egipto es la cuna de las grandes filosofías de la antigüedad, entre ellas, el cristianismo, apartes de la idea de lo divino de lo judaico, de la Gnosis, etc.

En la era de las dinastías el escenario sacerdotal fue construido para permitir que nobles, sacerdores y algunos militares recibieran el conocimiento necesario de la religión egipcia, una escuela que era toda una forma de vida en la que el ciudadano común se preparaba en el curso de su existencia para poder llegar de la mejor forma al famoso Juicio de los Muertos, el aterrador paso por el inframundo regido por Osiris quien oficiaba como jefe de un gran número de dioses que tenían bajo su responsabilidad permitir o no el paso hacia el Campo de los Juncos, una especie de paraíso en donde los espíritus eran recibidos para una estancia inmortal y eterna en la dicha más perfecta.

El Libro de los Muertos es justamente una obra que era manuscrita y enterrada junto al faraón. En ese texto se encuentran numerosas enseñanzas que luego fueron tomadas como parte de códices morales por religiones como el cristianismo y algunas religiones y escuelas mistéricas griegas y romanas.

Al norte de Egipto Alejandro Magno fundó hacia el 300 a. C. la magnfíca ciudad de Alejandría. Esta y otras ciudades desarrollaron formas religiosas y filosóficas que recibieron a gran número de extranjeros que se educaron bajo la disciplina de los sacerdotes y maestros egipcios. Muchos de estos personajes son quienes llevaron hacia el resto de la cuenca del Mar Mediterráneo conceptos que luego dieron base a estructuras y cuerpos de conocimiento que hoy conocemos como escuelas iniciáticas. Personajes como Platón y Plotino crearon el escenario del primer hermetismo inspirado en el viejo Egipto que los primeros gnósticos desarrollaron.

Al entrar en el mundo egipcio, los griegos trabaron fuerte intercambio cultural con la cutlura egipcia antigua de tal forma que esto también produjo un enriquecimiento de las tradiciones greco-romanas. Dentro de las comunidades de estos países siempre hubo iniciados en tales escuelas que como hemos dicho, son cultoras de formas heredadas del mundo antiguo egipcio. El Culto de Serapis y el Culto de Isis son dos ejemplos de ello en el mundo romano.

La negación de Akhenaton a su cultura ancestral

Se tiende a pensar que Akhenaton fue un gran faraón porque se declaró abiertamente monoteísta y seguidor del disco solar o Amón Ra como su único dios. Pues es necesario que aclaremos a sirios y troyanos que la religión egipcia siempre fue monoteísta de muchas formas y que se acogía a las enéadas o grupos de nueve dioses en cada ciudad importante. Pero normalmente, siempre se habló de unos primeros momentos de manifestación y de un gran demiurgo creador que generó de sí mismo otros dioses.

Realmente la confusión la podemos ver más clara si decimos que en la actualidad, la Iglesia Católica tiene jerarquías celestiales en funciones. Sin embargo, muchos de pueden sorprender su les decimos que eso fue adoptado con posterioridad a la fundación de esa Iglesia y que para empezar, Jesús jamás habló de estos temas.

Pasó lo mismo con los egipcios. No es extraño encontrar a muchas personas devotas de los arcángelesy de la Vírgen María y de otros seres que son deidades en sí mismas.

Lo que hizo Akhenaton fue negar la tradición de sus mayores y declararse rebelde a tales creencias ancestrales, no fue más.

La posible secuencia de escuelas de la antigüedad

Es importante anotar que NO HAY ninguna escuela mistérica que haya tenido una secuencia directa e institucional durante todo este tiempo, pero sí es posible encontrar códices y textos que han posibilitado el resurgimiento de las escuelas iniciáticas alquímicas, rosa+cruces y otras. Tal vez la más curiosa y extraña de todas estas escuelas fue la Iglesia Cátara que tuvo una evidente inspiración gnóstica alejandrina pero en un medio extraño como lo es el País de Oc, al sur de Francia y al norte de España.

Si ha habido una secuencia de iniciados en distintas épocas y ha habido igualmente la transmisión y entrega de documentos que refieren a iniciaciones y otros similares, pero la realidad es que la Iniciación moderna que proviene desde el siglo XVII es hija de la mencionada Iglesia Cátara y de cristianismo ortodoxo ( la Iglesia Copta Egipcia y sus hermanas la griega y la rusa, para citar las más importantes) y de otras formas de cristianismo antiguo no católico cuyos textos salieron poco a poco a la luz pública y han permitido la construcción de nuevas escuelas basadas en asuntos iniciáticos muy antiguos. Incluso, cuando los sacerdotes católicos tradujeron muchos de los textos de los clásicos giegos y romanos en el tiempo medieval, ello produjo un fuerte impacto dentro de la misma iglesia, si bien, estos fenómenos no se exteriorizaron, pero moldearon por siglos un nuevo pensamiento dentro de la misma filosofía escolástica.

Así las cosas, no hay una escuela exterior que se pueda citar directamente. Lo que se puede enunciar es que siempre hubo ocultos grupos de estudiosos de la Gnosis, o sea, de aquel conocimiento cuya antigüedad no se conoce bien y que tuvo como premisa central exaltar al espíritu humano y llevarlo a la unidad con la Divinidad. De hecho, maestros de la cultura iniciática mística de diversas Órdenes, como el Martinismo, han enseñado que siempre hubo una línea de iniciados que trabajaron por conservar el conocimiento de la verdadera Gnosis intacto para legarlo de generación en generación.

Sin embargo, tampoco debemos olvidar que de todas formas, el mundo del extremo oriente siempre ha marcado algunas tendencias importantes.

La inexistente marca Templaria

Lo más penoso de todo es que casi todas las escuelas mistéricas o iniciáticas han decidido anunciar que se basan en elementos del templarismo, lo cual siempre ha sido falso, en el entendido de que los Caballeros Templarios nunca dejaron documentos que indiquen exactamente cómo y de qué forma se iniciaban y lo más importante, qué doctrina era la que practicaban, si bien eran sacerdotes católicos, que es lo que sí se sabe, la tradición dice que tenían su propia forma de hacer su vida monástica, pero nada de eso puede constarnos por ausencia de pruebas.

La secuencia colombiana de los Iniciados

Existe en Colombia, proveniente de la vieja Francia y de más atrás aún, una importante cofradía adscrita a la antiquísima Sociedad de los Superiores Incógnitos, aquella surgida en las profundidades de la historia antigua y medieval que iluminó a las sociedades esotéricas y místicas de la Masonería, el Martinismo y el rosacrucismo, bastante conocidas luego del siglo XVII y siguientes.

Los Hermanos de Oriente, agrupación iniciática que tuvo contacto e iniciados en el mundo de las Órdenes místicas alquimistas, ilustraron a otras organizaciones, como la Rosa+Cruz, y tuvieron una gran influencia sobre todos los masones de la modernidad iniciados en las ciencias del espíritu, aquellas que evocan las más hondas raíces de la construcción de la vida espiritual en oriente y occidente.

La Sociedad de los Superiores Incógnitos tienen la potestad de instruir a través de diversas formas a los hombres (incluye la mención a las damas) de buena voluntad que como buscadores logran encontrar a sus iniciadores luego de grandes esfuerzos y grandes incógnitas existenciales. Ellos son seres humanos especiales muy poco conocidos pero que dedican su vida a ser servidores de aquellos que sufren y desean sinceramente liberarse de las cadenas de la materialidad. Ellos mantienen sus puertas abiertas a los corazones probados en valerosas gestas de la existencia.