La Masonería criolla: taller de revolución, no templo de misterios. Un Análisis de su papel político en la independencia y la primera república granadina

El libertador Simón Bolívar
El libertador Simón Bolívar

El mito y la realidad operativa

La historia tradicional de la Masonería pinta a la Orden en época de la Independencia como una hermandad filosófica, un círculo de iluminados versados en simbología alquímica y tradiciones herméticas. Sin embargo, una mirada rigurosa a los hechos desvela una realidad más terrenal y decisiva: durante la gesta independentista y los primeros veinte años de la República de la Nueva Granada, la masonería operó primordialmente como una vanguardia política, una estructura organizativa para la lucha y un laboratorio para la construcción de un nuevo Estado, relegando su potencial dimensión esotérica a un plano casi inexistente.

Las circunstancias de la América española a finales del siglo XVIII no eran propicias para el recogimiento espiritual. El virreinato era un hervidero de tensiones criollas, restrictivas políticas borbónicas y un fervor revolucionario importado de Europa y Norteamérica. En este crisol, lo que se necesitaba no eran sociedades de estudio, sino redes de conspiración. Las logias, con su estructura secreta, sus juramentos de lealtad y su lenguaje cifrado, ofrecían el instrumento perfecto para la acción subversiva, no para la introspección alquímica.

Los protagonistas: próceres, no filósofos herméticos

Las figuras centrales asociadas a estas logias no eran místicos, sino hombres de acción e ideas políticas concretas. Antonio Nariño, con su traducción de los Derechos del Hombre, o Francisco de Miranda, el eterno conspirador, buscaban en la masonería un canal para las ideas de la Ilustración: libertad, soberanía y república. Su objetivo no era la piedra filosofal, sino la piedra angular de un nuevo orden social y político, liberado del yugo monárquico y eclesiástico.

La dinámica de las logias: células de conspiración y no cátedras de esoterismo

Las tenidas masónicas de la época funcionaban menos como espacios para descifrar los símbolos del Tarot o los principios herméticos, y más como cuarteles de planificación política. En ellas se discutían estrategias, se formaban alianzas entre criollos de diferentes provincias y se juramentaba lealtad a la causa patriota. El secreto masónico no protegía un conocimiento arcano, sino la identidad de los conspiradores y los detalles de los próximos movimientos revolucionarios.

La herramienta de Bolívar: cohesión y logística sobre simbolismo

Para Simón Bolívar y su ejército libertador, la Masonería fue una herramienta de cohesión y lealtad transversal. Muchos de sus oficiales eran hermanos, lo que creaba un vínculo de confianza más allá de los rangos militares. Se ha documentado la realización de tenidas en campamentos, no para profundizar en el rosacrucismo, sino para fortalecer la moral, jurar fidelidad a la causa y garantizar la unidad de mando en una empresa extremadamente frágil.

La transición republicana: de la conspiración a la disputa por el poder

Una vez conseguida la Independencia en 1819, el rol de la masonería no se diluyó; se transformó. En los primeros veinte años de vida republicana, las logias se convirtieron en el epicentro de la pugna por el modelo de nación. El vacío de poder dejado por la corona fue llenado por dos proyectos antagónicos: el centralismo bolivariano y el federalismo santanderista. Las logias se politizaron abiertamente y se convirtieron el brazo organizado de estas facciones.

La Masonería santanderista: La Logia como máquina de gobierno

Bajo el liderazgo de Francisco de Paula Santander, apodado "el Hombre de las Leyes", la Masonería se consolidó como la red de poder del proyecto liberal y federalista. La llamada "Logia Santander" no era un círculo de estudio, sino un núcleo desde donde se coordinaba la oposición a Bolívar, se colocaba a hermanos en cargos claves del gobierno y del ejército, y se impulsaba la agenda anticlerical y de educación pública. Era, en esencia, un partido político en la sombra.

La ausencia del corpus esotérico: una evidencia por omisión

La prueba más contundente de que no era una Masonería especulativa es la casi total ausencia en los archivos y correspondencias de la época de debates, bibliotecas o registros sobre alquimia, Iniciación o hermetismo. Los documentos que perduran hablan de constituciones, leyes, nombramientos, exilios y batallas. La "obra" de la que se hablaba en estas logias era la obra de la República, no la obra interior del adepto.

Conclusión: La "pseudo-masonería" como respuesta histórica

En definitiva, calificar a esta Masonería inicial como una "pseudo-masonería" no es un desacierto, sino una precisión histórica. Fue una adaptación criolla y pragmática de una estructura orgánica para fines urgentes y concretos. No fue una farsa, sino una respuesta eficaz a una necesidad histórica: la de crear una élite dirigente unida por un ideario político liberal y con los medios organizativos para imponerlo.

Legado: el triunfo de la política sobre el misterio

El legado de esta etapa fundacional no es un camino de misterios espirituales, sino el de una cultura política colombiana marcada por el clientelismo, las redes de poder y la feroz lucha partidista. La Masonería de la independencia y la primera república no construyó templos para la consciencia alquímica; construyó, con sus aciertos y sus terribles contradicciones, los cimientos de nuestra nación, demostrando que en el crisol de la guerra y la construcción estatal, la lucha por el poder terrenal casi siempre opaca la búsqueda de la luz espiritual.

Con ese legado de herramienta fundacional y bastión de poder, se configuró a fuego un perfil específico para la Masonería colombiana: el de una sociedad cuya membresía, para muchos, confería una suerte de derecho histórico y meritocrático a acceder a las esferas del Estado y a dirigir los destinos de la nación. Esta inercia, alimentada por décadas de protagonismo político, hizo que el trabajo en logia se orientara desproporcionadamente hacia la deliberación de lo terrenal y lo inmediato —las leyes, las reformas, las próximas elecciones—, mientras que el silencioso y profundo trabajo sobre los misterios iniciáticos, la simbología alquímica y la transformación interior del individuo quedó, para la corriente principal, como un eco lejano y casi ornamental, un lenguaje ritual que enmarcaba una práctica esencialmente mundana. La paradoja final fue que, en su lucha por construir una república ilustrada, la Masonería criolla terminó descuidando la construcción del templo interior de su propio hermano y anulando la posibilidad de una ilustración guiada hacia los reales misterios del desarrollo de la consciencia masónica. Para estos primero masones colombianos la Masonería equivalía a poder estatal, negocios y club de favores.

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Bibliografía 

Fuentes:

1. Gutiérrez Ardila, Daniel. (2010). *La Restauración en la Nueva Granada (1815-1819)*. Universidad Externado de Colombia.

  • Aporta: Un contexto crucial sobre el período de la Reconquista española y cómo las sociedades secretas y las redes de poder se reactivaron para defender u oponerse a la restauración monárquica, sentando las bases para la lucha posterior.

2. **Pemberty Ardila, Luz Stella. (2007). *"La Masonería en la Costa Caribe neogranadina: 1833-1880"*. En: Historia Caribe, Vol. II, No. 12.*

  • Aporta: un estudio regional concretísimo que muestra cómo funcionaban las logias como centros de sociabilidad política liberal, lejos de cualquier práctica esotérica, en una de las zonas más importantes del país.

3. *Tovar Pinzón, Hermes. (1994). "La Masonería en Colombia durante el siglo XIX: de sociedad secreta a grupo de presión". En: Análisis Político, No. 23.

  • Aporta: una visión general clara de la transición de la Masonería desde su papel conspirativo hasta su función como una red de influencia dentro del Estado liberal.

4. Bushnell, David. (1996). El Régimen de Santander en la Gran Colombia. Universidad Nacional de Colombia.

  • Aporta: aunque no se centra exclusivamente en la masonería, describe magistralmente el entramado de lealtades y clientelas políticas durante la Vicepresidencia de Santander, donde las logias jugaron un papel central como estructura de apoyo al "Hombre de las Leyes".

5. De la Vega, Ricardo. (2008). La Masonería en la historia de Colombia. Editorial Kinesis.

  • Aporta: una obra escrita desde dentro de la institución, pero que recopila una gran cantidad de datos históricos, nombres de logias y personajes, permitiendo rastrear su influencia directa en la vida pública.

6. López-Alves, Fernando. (2003). *La formación del estado y la democracia en América Latina, 1830-1910*. Norma.

  • Aporta: un marco teórico excelente para entender por qué en Colombia (y otros países de la región) la construcción del Estado estuvo tan ligada a la guerra, los partidos políticos y las redes clientelistas, contexto en el que la Masonería operó como una de esas redes.

Sobre el conflicto con el conservadurismo y la iglesia:

7. Martín, Luis. (2008). La Masonería en la América Española (Siglos XVIII-XX). Fondo de Cultura Económica.

  • Aporta: una perspectiva continental que sitúa el caso colombiano dentro de un patrón más amplio, mostrando cómo en todos los países la masonería fue el enemigo principal para la Iglesia Católica y el partido conservador.

8. *Cortés Guerrero, José David. (2002). "La Regeneración: una revolución católica". En: Credencial Historia, No. 152.

  • Aporta: una explicación concisa y poderosa del proyecto de La Regeneración de Núñez y Caro, presentándolo explícitamente como una contrarrevolución católica destinada a erradicar la herencia liberal y masónica del radicalismo.

9. Pombo, Manuel Antonio y Guerra, José Joaquín. (1986). Constituciones de Colombia. (Edición facsimilar). Banco de la República.

  • Aporta: la fuente primaria por excelencia. Contrastar el texto radicalmente liberal de la Constitución de Rionegro (1863) con el texto confesional y centralista de la Constitución de 1886 es la mejor evidencia del choque de dos proyectos de nación y del triunfo del bando antimasónico.

Para Entender la "Pseudo-Masonería" y la Crítica Interna:

10. Ferrer Benimeli, José A. (Coord.). (2009). La Masonería en la Independencia de América. 2 Vols. Universidad de Zaragoza.

  • Aporta: La obra más autorizada a nivel internacional sobre el tema. Incluye capítulos de especialistas que analizan, con rigor y sin romanticismo, el verdadero papel de las sociedades secretas en las independencias, desmitificando mucho de su supuesto esoterismo.

11. Díaz Díaz, Fernando. (1997). *Los Almeydas: Luchas por el poder y conflictos sociales en la Nueva Granada, 1820-1855*. Banco de la República.

  • Aporta: un estudio de caso profundo sobre una familia y sus redes, mostrando cómo funcionaban las lealtades políticas en la práctica, donde las logias eran un nodo más (pero crucial) en una compleja trama de intereses familiares, económicos y regionales.