Qué no es la Masonería

04.02.2024

La Masonería no es una institución religiosa ni critica negativamente la confesión religiosa de la humanidad en general y tampoco la de sus adeptos. De hecho, defiende la libertad religiosa como un derecho humano y como parte del libre desarrollo de la personalidad. Por supuesto, rechaza los extremismos religiosos vengan de donde vengan basados en el pensamiento dogmático y los dogmas ciegos por considerar todo ello escenarios contrarios a la libertad fundamental del ser humano frente a las prerrogativas del progreso individual y colectivo de la humanidad.

Tampoco es una organización política dedicada a promover el poder temporal o político y no se inmiscuye en la orientación política de sus miembros bajo ninguna circunstancia. Es su tradición oponerse a todo tipo de gobiernos extremistas y dogmáticos que pretendan envilecer a la población que obstruyan y destruyan su libertad laboral, social, ideológica, de movilidad, en fin, de derechos humanos. La política en la Masonería es una sola premisa: todo aquello que beneficie a la humanidad.

La Masonería no es un centro de negocios ni los promueve.

No es un club social en el que sus adeptos tengan como fin último conocer gente y escalar posiciones o adquirir cualquier tipo de estatus.