La Iniciación antigua

Para los antiguos y maestros constructores, canteros, carpinteros, escultores y demás grupos artesanales que hicieron parte de los cofrades constructores y órdenes sacerdotales de diferentes épocas desde el antiguo Egipto, lo collegia de Grecia y Roma, los pitagóricos, los sacerdotes esenios y demás, el conocimiento iniciático se compone de estructuras de pensamiento que poco se ha divulgado.

La anterior sería una premisa muy poco popular en el sentido de que un conocimiento de tal valor debería estar al alcance de todos y no de unos pocos, como se ha querido hacer con la divulgación en internet de aspectos de muchas de las antiguas joyas de la filosofía que hacían parte de tales tesoros.

Pero es necesario observar que es evidente que la evolución humana no es homogénea de ninguna forma por lo que aquí y allá se destacan algunos individuos con capacidades mejor desarrolladas que otros. Estos personajes que han logrado estar mejor dispuestos en su escenario intelectual y en su vida psico social así como psico emocional, estarían en un espacio mucho más propicio para recibir lo que esos antiguos mencionados denominaron "la iniciación".

Lo que es importante decir es que la Iniciación no se abre sino para quienes están aspectados, preparados para recibirla. Es cierto que muchos han pasado por una ceremonia que los hace exteriormente «iniciados», pero también es tangible que de esos muchos, pocos en realidad logran entrar en los misterios iniciáticos.

Así las cosas, la Iniciación es un estado de ser y de estar que realmente pocas personas pueden llegar a obtener por lo que los secretos, los misterios que la envuelven, se da solamente a quienes tienen la disposición física, moral, intelectual y espiritual de avanzar en medios en los que muchos otros ni disfrutan ni sienten como algo genuino.

Incluso, hay quienes luchan por mucho tiempo para descubrir su esencia y a pesar del esfuerzo y del trabajo desarrollado, su ser no permite que la vivencia evolucione en ello. No es suficiente con la permanencia, con la idea de estar y seguir estando por años y años: la Iniciación abre sus misterios solamente a quien puede comprenderlos y eso se logra exclusivamente con un compromiso enorme y a través de mucho trabajo sumado a un estudio detallado de muchos escenarios de vida e incluso académicos y que de alguna manera el «espíritu» otorgue su toque o su aval, aquel que nadie sino Él puede dar.

Quiere decir que la Iniciación no es posible obtenerla con pasar por por una ceremonia. La Iniciación es un proceso evolutivo real y de una profunda consciencia que surge luego de muchas meditaciones que debe llevar a un proceso de profundas transformaciones íntimas. La intelectualidad no puede desentrañarla porque gran parte de la comprensión de sus prepuestos surge de las vivencias y de numerosas reflexiones que vendrían a conocerse como los pasos para una iluminación dentro de los cuales el individuo descompone con todo el cuidado su mundo interior y sus humanas vanidades en sus elementos para luego desmontarlos de su vida cotidiana.

Estas cosas son las que enseñaron los verdaderos maestros de todos los tiempos y es lo que siguen enseñando quienes poseen las verdaderas claves de tal sabiduría.

Quien desarrolle tal compromiso y trabaje continuamente por encontrar el camino iniciático luego podrá entender lo que plantea a los verdaderos adeptos, aquellos que han logrado la real plenitud y libertad.